Gluten desde cero

En mayo de 2012 estuve charlando por Facebook con un chico de Italia que tiene FQ y me estuvo contando lo bien que se había puesto de salud al hacer una dieta hipotóxica, y me instó a comprarme el libro de Marion Kaplan “Alimentación sin gluten ni lácteos”, indicando que pensaba que yo tenía una intolerancia al gluten. Esta fue mi primera toma de contacto con el fascinante y asombroso mundo del gluten y sus terribles efectos en la salud.

Afortunadamente encontré el libro ese mismo día en el Corte Inglés en Palma y en la página 27 encontré un pequeño “test” para autodiagnosticarse con respecto al gluten. Decía que si contestabas “sí” a más de 12 de los síntomas era muy probable que tuvieras una intolerancia al gluten y convendría que te hicieras pruebas. Yo contesté que sí a 18!

Lamentablemente, como supe más adelante, las pruebas de hospital (análisis de sangre, biopsia de intestino) solamente detectan los casos de celiaquía, que es cuando el vello intestinal ha desaparecido por completo. Se estima que el 1% de la población son celíacos aunque muchos no están diagnosticados. Lo que no se conoce en general es que cerca de un 40-60% de la población tiene intolerancia al gluten sin llegar a ser celiaquía, en la que el vello intestinal está parcialmente atrofiado. Los síntomas tal vez sean menos severos, pero como no necesariamente están relacionados con la digestión, ni los pacientes ni los médicos sospechan de ello. Y el problema es que actualmente en Europa no tenemos pruebas de hospital para detectar este grado de intolerancia. Hasta donde yo sé, solamente Cyrex Labs ha desarrollado análisis de sangre para medirlo, aunque solamente están disponibles en Estados Unidos e Irlanda.

De qué síntomas estamos hablando? Lo más obvio son la hinchazón abdominal y problemas de tránsito (estreñimiento/diarrea). Pero otros síntomas son el cansancio y problemas para dormir; dolores en articulaciones y huesos e inflamación sistémica (que agrava otros problemas como el asma, problemas respiratorios, fibromialgia, etc.). A nivel anímico encontramos la depresión, alteraciones del comportamiento (incluyendo hiperactividad, autismo y bipolaridad) y diversos problemas hormonales (incluido de tiroides y relacionados con la menstruación), incluso excesiva emotividad. Luego están los problemas cutáneos, anemia, frío, problemas de hígado, enfermedades autoinmunes, osteoporosis…

Se hizo un estudio de niños con epilepsia que no respondían a medicación. Al quitarles el gluten de la dieta, el 50% de los niños quedó asintomático.

Lamentablemente esta información recién ahora se está difundiendo, aunque existe hace años. El doctor Tom O’Bryan es uno de los que está más volcado a difundir los peligros del gluten. Hay montones de estudios clínicos, pero los médicos de cabecera todavía no lo tienen incorporado.

Por qué el gluten ocasiona síntomas tan diversos? Sencillamente porque al desgarrar la pared intestinal, permite que las toxinas de los intestinos salgan al torrente sanguíneo y ataquen aquella parte de nuestro cuerpo que esté más sensible/delicada/propensa a enfermarse.

Y por qué hay tanta gente con problemas de gluten ahora? Una causa puede ser las modificaciones genéticas hechas al trigo desde la década de 1960, por las que tiene mucho más gluten que antes (hace que el pan sea más esponjoso y deseable), y por tanto resulte más irritante para los intestinos. Aparte, los demás factores que nos rodean (como el estrés, productos químicos en la comida, mala nutrición en general) nos hacen más propensos a que el efecto acumulado de la exposición diaria al gluten nos termine afectando.

Terminando mi historia: decidí hacer la prueba de estar dos semanas sin comer gluten. Luego comí una cucharada de salsa de soja (que tenía trigo en la composición) en un almuerzo de sushi, y en diez minutos se me hinchó el abdomen 9 cm y me sentí enfermiza toda la tarde. Por mi parte, comprobado. A partir de ahí he evitado el trigo y alimentos que contienen gluten, y mi digestión mejoró y mis molestias se minimizaron. Más adelante descubrí que tengo una cierta intolerancia a otros cereales, y también fui estudiando más y descubriendo que hay gluten o extractos de trigo en los lugares más insospechados. Es todo un camino de escuchar a tu propio cuerpo y descubrir un nuevo mundo, antes desconocido e insospechado. He aprendido y puesto en práctica formas de sanar el intestino.
Ojalá hubiera tenido un coach que me ayudara, hubiera acabado con los problemas mucho antes. Por eso que ahora me parece importante poder ayudar a los demás en este camino. Habiendo estudiado ya nutrición, pasé a estudiar coaching y hacer cursos de especialización en gluten y otras intolerancias. Confío poder ahora servir de ayuda a muchas personas a tener más salud.