Blog

Encontrar el equilibrio al trabajar desde casa (video)

Este es un vídeo grabado en directo en Facebook, sobre cómo mantener el equilibrio cotidiano al trabajar desde casa. ¡Espero que lo disfrutéis!

 

 

Motivación para tu camino (vídeo)

Un video de Facebook live compartido por Carina hoy!

Magdalenas suecas de almendras, sin gluten ni lácteos

La receta original de tartaletas suecas «mazariner» lleva bastante tiempo de hacer, puesto que hay que forrar la masa de cada pequeña tarta en su molde individual a mano, luego rellenarlas y glasearlas. Esta versión tiene un gusto aproximadamente igual pero es más como una magdalena, y por tanto mucho más rápida de preparar. Basta con batir los ingredientes, rellenar los moldes, hornear, enfriar y aplicar el glaseado.

Mi variación de la receta es que esta no lleva nada de trigo ni lácteos, y darle un toque de menta al glaseado.

¡Que las disfrutes!

(pd. Se pueden congelar perfectamente, pero en tal caso aplica el glaseado una vez que las descongeles)

 

100 g aceite de coco (se puede sustituir con otro aceite vegetal si no lo consigues)

2 dl azúcar,

3 dl harina de almendras (aprox 150 gr),

1/2 dl harina de patata o maicena,

1/2 dl harina de arroz,

3 huevos,

1 cucharadita de polvos royal,

1 pizca de sal.

 

Batir el azúcar con el aceite. Mezclar las harinas aparte. Batir bien los huevos, añadir el azúcar con aceite y finalmente las harinas (si saliera muy seco se puede poner un chorrito de leche de avena u otra leche vegetal).

 

Repartir la masa en 20 moldes de mazarin (moldes de magdalena pero de papel metálico).

Hornear a 200º durante 12-15 minutos.

Glaseado: aprox. 4 dl de azúcar glas con 3 cucharadas de agua y 3 gotas de aceite esencial de Peppermint (doTERRA de preferencia, que es comestible y de grado terapéutico).

Star Trek y Carpe Diem

A mi esposo y a mi nos gusta la ciencia-ficción y tenemos nuestro pequeño capricho de mirar Star Trek. Empezamos por las 12 películas y luego hemos seguido con la serie (empezando por La nueva generación).

Esta semana miramos un episodio que me dio mucho que pensar, en la temporada 6. El Capitán Jean Luc Picard tiene la oportunidad de regresar a su juventud y cambiar una situación de la que siempre se había arrepentido, considerándola como su mayor equivocación. Sin embargo, al cambiar esa situación en su pasado y no permitirse hacer la tontería que había hecho, el futuro (o presente) al que regresa ha cambiado por completo. Se encuentra como una versión incompleta de sí misma: nunca pudo desarrollar su verdadero potencial. Entonces se da cuenta de que fue precisamente ese acto estúpido lo que le hizo madurar y hacer frente a la vida de una manera distinta, tomando acción y desarrollándose como ser humano. De modo que decide regresar de nuevo y dejar que las cosas sucedan como lo habían hecho originalmente.

Esto me recordó la historia de la mariposa y el jovencito que la quiere ayudar. Es que verás, cuando nace una mariposa, tiene que hacer un terrible esfuerzo para salir de su crisálida. Un niño que la estaba viendo luchar se compadece de ella y decide cortar la crisálida con unas tijeras para que pueda salir más fácilmente. Horrorizado, ve que la mariposa que sale está lisiada: nunca pudo ejercitar su cuerpecito para impulsar que los fluidos vitales llegaran a las alas, y esas alas nunca tendrán fuerzas para volar.

La mayoría de nosotros tenemos cosas en nuestro pasado de las que nos arrepentimos: situaciones donde desearíamos haber actuado de forma diferente, o nos preguntamos cómo habría sido si esa puerta tan prometedora no se hubiera cerrado para nosotros.

¿Qué aspecto habría tenido mi vida, si ese primer novio nunca hubiera roto conmigo, cuando yo tenía 18 años? Me sentí devastada, estaba tan segura de que él era perfecto para mí y estábamos tan enamorados. Pero al mirar atrás ahora, me doy cuenta de lo diferente que hubiera sido esa vida. Probablemente me hubiera mudado a Argentina, nunca habría ido a estudiar a BYU en los Estados Unidos, probablemente nunca habría experimentado éxito como empresaria en España y posteriormente como traductora, mudándome a Suecia. ¿Hubiera sido mejor o peor? No lo sé, pero ciertamente no me habría convertido en la mujer que soy ahora, que es una compañera perfecta para mi actual marido. De hecho, no deseo que ninguno de los sucesos de mi pasado nunca hayan sucedido, porque aunque algunos fueron muy duros, me ayudaron a madurar y me ayudaron a darme cuenta de lo que quiero y lo que no quiero en la vida.

No hace mucho vimos una película inglesa de 2013 titulada «Una cuestión de tiempo», que también tiene un mensaje muy interesante. Un padre le cuenta a su hijo que los hombres de su familia tienen la cualidad de poder viajar al pasado y volver a vivir los sucesos de su vida. Luego de jugar un poco, alterando eventos y observando los cambios que se producen (a veces devastadores), se da cuenta de que cambiar el pasado por lo general no soluciona las cosas mágicamente. Luego recibe el consejo de vivir cada día dos veces: la primera normalmente y la segunda prestando verdadera atención a todo lo que sucede y disfrutando de cada momento. Finalmente se decide por algo que todos podemos aplicar: vivir cada día una vez, haciendo las cosas lo mejor que puede, y siendo totalmente consciente de la belleza, diversión y maravillas que lo rodean cada día.

Es mi deseo que todos podamos vivir cada día en su plenitud y esforzarnos al máximo, confiando en el proceso que nos llevará a ser la mejor versión de nosotros mismos.

Como dice la frase anónima: «El pasado es historia, el futuro es incierto y el presente es un regalo – por eso se lo llama presente».

Carpe Diem! *

* = expresión en latín que implica atrapar el día y aprovechar al máximo el momento presente.

 

Aceites esenciales y prestación mental

Hoy me publicaron el primer artículo como consultora holística en un blog que no es el mío: Vivir bien es un placer.

Comparto algunos de mis trucos para mejorar el rendimiento mental, como traductora.

Espero que te guste!

 

http://www.vivirbienesunplacer.com/sin-categoria/aceites-esenciales-y-prestacion-mental/